sábado, 17 de agosto de 2013

19- Sal y azúcar.

Dormimos pocas horas ese día, entre que llegamos muy, muy, muy tarde y que cuando llegamos la calefacción estaba estropeada y hacia un calor tremendo, habrimos todas las ventanas nos quedamos en ropa interior y dormimos unas dos horas, más o menos.

Me levanté y tras darme una ducha y ponerme unas bragas rojas de encaje y un sugetador negro me eche unos cereales y me sente frente a la ventana, en la cocina, llovía.

Bea se levantó corriendo cerrando todas las ventanas, yo la miré extrañada, estaba claro, era un intento de asesinato, me quería matar de la calor, o era masoquista. 

-¿Pero qué haces? ¿eres tonta o qué? -le dije, con cariño.
-¡Está lloviendo!
-Pues mejor, así entra más fresquito.
-Y una mierda, aquí no va a entrar ni una gota de ese agua impertinente del infierno. 


Entonces sonó el timbre y fui a abrir aunque llevaba sólo la ropa interior, debería haber ido Bea que iba vestida con su peto de estar por casa lleno de pintura. Abrí creyendo que era el cartero mientras Bea cerraba ventanas matándome de calor. Iba a recibirlo con una sonrisa como el sol, pero no era él. Era Ártriz, George, John, Ringo, Paul y el princesa Disney. 

La princesa Disney dio un paso más que ellos y me miró con una sonrisa- ¿tenéis condones? -me llevé directamente una mano a la frente. 
Metí la mano en el buzón que teníamos dentro de la casa, al lado de la puerta, un buzón lleno de preservativos y le di uno. -Toma, que lo disfrutes. - Los demás se quedaron como "What the fuck?" - ¿vosotros también queréis? o_o -pregunté. 
-A mi no me vendría mal ;) -dijo Paul 
-¡Bea! ¡Saca la caja de condones que escondes debajo de tu cama! ¡una urgencia! 
-¿por qué no coges del buzón? -me aparecí con un paraguas abierto en la mano. 
-Porque no hay, se han acabado, ya sabes.. la fiesta.. 
-Vale vale, creo que aún me quedan en la caja -dijo buscando en su habitación y volvió a aparecer- ya tengo -sonrió triunfal. 
-Eeeh....  no hemos venido a por condones -rió Ártriz.
-Aunque bonita insinuación -dijo Paul 

Bea y yo nos miramos pensando para qué habían venido, con la mirada entendimos que teníamos que dejarles pasar. 

-Pasad pasad -ofrecí- iros quitando la ropa. 
-Mmmmm esto me suena a orgía -dijo Ringo. Le sonreí coqueta, pero cuando entraron se dieron cuenta de que lo de la ropa lo había dicho por algo. 

-Wow, esto parece un horno -dijo Paul quitándose la chaqueta. 
-Bueno, así puedes enseñar tus pectorales Paul -dijo Ártriz. 
-Estaríamos con las ventanas abiertas.. pero "alguien" le tiene miedo al agua ¬¬
-Miedo al agua no, a la lluvia -dijo con su paraguas. 
-Sois raras ¿sabíais? -dijo John quitándose la chaqueta también. -Fui a ponerme una camiseta por encima, dándome cuenta que seguía en ropa interior. 
-¿Para qué dices nada John? con las bonitas vistas que teníamos.. -se quejó Ringo. 
-Eres un pervertido Ringo -dijo Ártriz, la chica. 
-Mmmm ¿enserio? ¿y me afirmas que soy el único?
-Eso no lo puedo afirmar, sois todos iguales. -Regresé ya vestida, venían a comer ¿no? pues empecé a poner la mesa.. o a intentarlo.



Narra John. 

Cada uno fue a inspeccionar un rincón de la casa. George y Ringo fueron a ver a Marcia poner la mesa, o bueno, a ayudarla mejor dicho. 
Ártriz, Paul y yo fuimos a ver como andaba eso de la comida. 



-¿Qué vas a hacer para comer? -preguntó Ártriz mirando a la chica. 
-Pasta. -contestó con una sonrisa. 

Desde la mesa del comedor se escuchó de nuevo la pregunta de ¡¿que hay para comer?! con un grito, y le respondieron ¡PASTA! . 


Se veía como Bea estaba haciendo el sofrito de la pasta, parecía que no estaba muy convencida con el resultado cuando lo probó. Seguro que si no la llegamos a estar mirando pondría cara de asco. 
-¿Puedo problarlo? -pregunté. 
-No no, le falta un poco de sal. Ártriz, ¿me podrías pasar la sal? 
-Claro.. -dijo Ártriz. A ver, el expediente de Ártriz en la cocina, es nulo. Me acuerdo un día en Hamburgo donde probamos unas palomitas que era tan fácil de hacer como ponerlas en la saltén, y sin embargo, cuando se les quemó poniéndose negras para arreglarlas les echó miel.. nos la hizo tragar porque es muy testaruda, y se piensa que cocina bien, y quien se piensa que no lo hace.... menos eso ni nombrarlo. 
Ártriz cogió dos botes con polvo blanco los dos y se lo pasó a la otra chica. Ella, Bea, lo miró un poco extrañada, a los dos botes, preguntándose seguramente cual de ellos era la sal. Paul y yo nos miramos casi riéndonos.
-Chicas, ¿necesitáis ayuda? No sé.. a ver, yo sé distinguir el azúcar de la sal -comenté con una sonrisa burlona. 
-Yo sé distinguir el azúcar de la sal, tss, idiota -dijo Ártriz. 
-Si claro, la sal es eeeeest... -Bea no terminó la frase, pueS Ártriz cogió un bote y echó una cantidad abusiva en la comida. -Esto es la sal -dijo Ártriz convencida. 
Bea la miró extraña... parecía como si intentara asimilar la información. Metió un dedo en el bote que Ártriz no había echado, el que se suponía que era el azúcar y sonrió- Sii.. claro, esa es la sal. - no sonaba muy convencida, y Paul y yo nos miramos con  miradas cómplices. 


Narra Ringo. 


La chica, Marcia, la que me llamó tanto la atención desde el primer momento metió la mano debajo de la mesa, parecía como si en ella hubieran colocado unas cestas por debajo con todos los cubiertos. Era buena idea, así no tenías que buscarlos cuando se te olvidaba uno para comer, y me lo apunté en la mente. Empezó a colocar los cubiertos en la mesa malamente, parecía como si no lo hiciera con mucho entusiasmo porque los ponía del revés, de cualquier manera. George y yo, por entretenernos, los colocábamos bien en la mesa. 
Nos quedamos mirándonos unos a otros cuando las cuentas no nos daban. Éramos siete, y había cubiertos para cinco nada más. O dos comían con las manos, o había que buscar cubiertos. 
La verdad esto no me había pasado desde hacía mucho, no me acordaba qué era no tener cubiertos en casa, me pareció atractivo la forma de vivir de aquellas chicas, viviendo solamente con lo que necesitaban. 

-A casa de Jev -soltó Marcia con una sonrisa. 
-¿A casa de ese gay? tss -dijo George. Marcia lo miró reprovatoriamente y pasó del comentario, saliendo del apartamento y yendo al de Jev, nosotros la seguimos. 



Subimos las escaleras en fila india. Al llegar al dicho apartamento y ver que estaba abierto parecía que nos daba igual la intimidad de las personas y pasamos, encontrándonos con una escenita en el sofá no muy.. agradable. 
Ahora sabíamos con demostración gráfica qué quería con el  condón, y que al chico.. efectivamente, le atraían los tíos. 

-Ringo...  no me volveré a poner delante tuya nunca. 
-Ni tyo delante tuya, mejor, delante de hombre no me pienso agachar nunca.. .-. -le comenté en voz baja, y andando hacia atrás salimos de aquel apartamento. 

-Entonces vamos ahora al apartamento del pelirrojo -dijo poniéndose con los ojos brillantes al nombrar al dicho pelirrojo. 

Nos guió hasta otro apartamento, este con la puerta cerrada, y esta puerta llena de pegatinas de los plátanos. Estaba forrada con esas pegatinas. 
Marcia llamó al timbre y se empezó a oír una voz muy extraña. 

-Hijo Puta! ¡Cabrón! ¡AAAAAH! ¡LA PUEEEEEERTA! -se escuchó una voz ronca, gritando, no parecía una voz normal... 

Se abrió la puerta y apareció un loro que se apoyó en Marcia.- Gracias Hijo Puuuta -dijo el loro, hacia su dueño, agradeciéndole que habí abierto la puerta. 

-Hola -sonrió Marcia acariciando al pájaro- Necesitamos cubiertos. Entramos en la cocina de aquel pelirrojo con aquel pelo despeinado como si fueran llamas de fuego. Nos empezó a dar cubiertos, parecía que no era la primera vez que le hacía favores a las dos chias que vivían en su mismo edificio. 
-¿Cuándo vais a comprar todo lo que necesitáis?
-Cuando encontremos el árbol del dinero amor mío -contestó Marcia.  ¿Por qué le llamaría amor? ¬.¬



Subimos  de nuevo al apartamento, ya estaban todos listos para comer y pusimos lo que faltaba en la mesa. 

-Me muero de hambre -comentó George. 
-cuéntanos algo nuevo. -dijo Paul. 
-Ya están los macarrones, bueno, estando Paul McCatney  presente habría que decir McCarrones ;) -Paul se puso serio mirando a la chica llamada Bea, aunque en el fondo sabía que le hacía gracia. Marcia, y con ella todos los demás nos reímos del comentario. 

Nos sentamos todos a comer mientras Bea le apartaba un plato a cada uno.. derramando la mitad en el mantel, que no falte el detalle, y George clavaba en su tenedor todo lo que caía al mantel, así que.. no se quedaba sin comer. 

Empezamos a comer todos... el sabor era un poco especial la verdad, me sabía dulce. 
Ártriz y Bea se miraban con complicidad, parecía que ocultaban algo detrás de su sonrisa, y siguieron comiendo lentamente, con algo de cara de asco. 
-Oye.. esto está un poco dulce ¿no? -preguntó Marcia, poniendo una mueca. 
-Parece que la sal estaba un poco azucarada.. -dijo Ártriz, removiendo el plato. 
-Al final no sabéis diferenciar el azúcar de la sal... -comentó John. 
-Estoy convencida de que yo le he echado SAL a la comida -dijo Ártriz- sólo que al parecer era Sal azucarada.  -John la miró, sabiendo que era imposible hacerla convencer. 
-Si... le echamos Sal -dijo Bea- yo también estoy convencida. Era sal azucarado. 
-En ningún supermercado he visto yo sal azucarada. -dijo George. 
-Es que de verdad.. -negaban con la cabeza las dos chicas- no tenéis ni idea de cocina.. 
-Creo que vosotras tampoco -dijo Paul riendo. 
-Pues a mi me gusta -comenté, pero parecieron no escucharme, pues empezó a moverse la lámpara del comedor. Marcia y Bea se miraron y suspiraron- Jev.. -dijeron las dos negando con la cabeza. 
-Vale.. entonces Jev vive encima vuestra.. -dijo Ártriz mirando al techo- y sigue haciendo las cosas.. 
-Que hacía en Hamburgo -terminé yo, recordando las malas escenas. 


.........................................................................................




Sentimos no subir tan a menudo... 
John- es que escriben cuando tienen tiempo libre, y se aburren ;)
Marcia- si, es que estamos algo ocupadas jejejeje
Bea- pensando en vosotros *w*
Ringo- si, hay que comentar que Bea está locamente enamorada de uno de nosotros *todos miran a quien* 
Bea- naah, mentira, no estoy enamorada de él, si no de todos... ;)
John- por favor Bea, no mientas. 
Paul- si amor, no mientas por mi ;)
Bea- no mintáis vosotros amores míos. 
Marcia- y yo soy la fiel a los pelirrojos :3 
Ringo- ¬¬
Marcia- no te pongas así amore. 
John- Cambiando de tema, parece que las chicas se van a adentrar poco a poco a nuestra pandilla ¿no? al grupo de Strawberry Fields...  
Ringo- como hice yo en Hamburgo, cuando me uní a vosotros. 
John- algunos se vienen y otros se van, pero en mi vida jamás los dejaré de querer :3 
Bea- basta ya melosos, hasta la próxima chicas! :D intentaremos subir más seguido... bueno, no prometemos nada, ya veremos :) pero intentaremos divertiros con todos :) 

No hay comentarios:

Publicar un comentario